Genes, plantas y ciudades cada vez más inteligentes
Martes 14 de Mayo, 18:30 hs
Brew Pub
Boulevard Gálvez 1150, Santa Fe
Dr. Leandro Bugnon
Investigador de CONICET, docente UNL
¿La Inteligencia Artificial puede hablar el idioma de la biología?
El año pasado la inteligencia artificial (IA) llegó a cada rincón, dando herramientas que pueden entender lo que decimos, escribir textos por nosotros e incluso convertir ideas en imágenes muy detalladas. La biología también maneja un “lenguaje propio”, ya que el código genético, y las componentes de cualquier ser vivo se pueden expresar como secuencias de elementos, con ciertas reglas como si fuera un texto. ¿Qué pasa si unimos los dos mundos? En esta charla veremos cómo podemos entender mejor la biología, y hasta “programar” este lenguaje para que sea más eficiente, ¡todo desde el litoral!
Dra. Renata Reinheimer
Investigadora CONICET, Profesora UNL y Responsable Científica de Infira.
El camino hacia cultivos perennes
En el ámbito de la agricultura, un nuevo paradigma está surgiendo: la transformación de cultivos anuales o de vida corta en plantas perennes. El secreto está en una proteína clave, recientemente descubierta por nuestro equipo científico. Esta proteína posee la capacidad de extender el ciclo de vida de las plantas, permitiendo que aquellas que habitualmente completan su ciclo en un año puedan persistir y producir durante varias temporadas. Este avance, fruto de incansables investigaciones, abre un mundo de posibilidades para una agricultura sostenible, rentable y regenerativa.
Msc. Arq. Alejandro D. Rodriguez
Titular de su estudio de Arquitectura. Profesor en UNL
El rol de la Inteligencia Artificial en la Arquitectura y ciudades del futuro
La Inteligencia Artificial (IA), continúa desarrollándose rápidamente y tiene un papel cada vez más importante en una amplia gama de aplicaciones y sectores. No solo transforma nuestras vidas mediante gadgets y apps, sino que también tendrá un impacto significativo en la arquitectura y el diseño urbano, redefiniendo los espacios donde vivimos, trabajamos y socializamos. Estos cambios podrán lograr que nuestras ciudades y edificios sean más eficientes, sostenibles y habitables. Sin embargo, este futuro prometedor también nos obliga a enfrentar importantes desafíos éticos y sociales.